La COVID-19 está afectando especialmente a la economía y a la salud mental de las mujeres, más vulnerables en algunos casos a la pandemia, según un estudio de ONU Mujer realizado en 11 países de Asia-Pacífico presentado este martes.
En un comunicado, la agencia de la ONU indicó que el trabajo no asalariado, la pérdida de empleo e ingresos y el repunte de la violencia doméstica por la pandemia pueden estar contribuyendo al deterioro mental de las mujeres, sobre todo las de entre 10 y 24 años.
En el informe, ONU Mujer ha recabado información mediante encuestas sobre los efectos del nuevo coronavirus en la población femenina de Afganistán, Bangladés, Camboya, Filipinas, Indonesia, Islas Salomón, Nepal, Maldivas, Pakistán, Filipinas, Samoa y Tailandia.
Como media, el 70 por ciento de las mujeres en ciudades de los países estudiados sufrieron problemas mentales, frente al 52 por ciento de los hombres, según el estudio.
Las mujeres, particularmente las de Bangladés, Indonesia, Maldivas y Nepal, padecen falta de espacio en suburbios o viviendas pequeñas donde no pueden realizar ejercicio y cuidarse.
Las encuestas revelan que una mayor proporción de mujeres (el 35 por ciento frente al 31 por ciento de los hombres) ha visto reducidas sus horas de trabajo en el sector formal, mientras que un 63 por ciento de ellas ha visto incrementarse el trabajo doméstico no remunerado, frente al 55 por ciento de ellos.
El 66 por ciento de las mujeres ha sufrido una reducción de sus ahorros, inversiones y propiedades, frente al 54 por ciento de los hombres, según otro de los datos recogidos en el estudio.
El objetivo del informe es comparar estos datos con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la ONU de estos países y que los Gobiernos tengan herramientas para planificar las ayudas.
“Mientras se expandía la crisis de la COVID-19, hemos visto una y otra vez noticias sobre contagios y cifras de muertes. Los datos de las encuestas de evaluación rápida de ONU Mujer, sin embargo, muestran que las consecuencias de la COVID-19 van más allá de la salud física”, indica Mohammad Naciri, director de ONU Mujer para Asia y el Pacífico.
“Más mujeres están viendo su salud mental afectada y están teniendo más problemas encontrando cuidados médicos y acceso a suministros médicos. Tener estos datos es crítico para planificar las respuestas de emergencia. De otra forma, estamos tomando decisiones a ciegas“, agregó Naciri.
Fuente: El Mercurio