Ecuador desperdicia 939.000 toneladas métricas de alimentos al año, es uno de los países que más desecha comida en América Latina

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En el mundo entero se desecha uno de cada tres alimentos producidos, hecho que al mismo tiempo genera el desperdicio de los recursos naturales como agua, energía y tierra, que se emplean para producirlos.

La obtención de alimentos le cuesta a la economía global $940 mil millones de dólares por año, el 69% del suministro de agua dulce a nivel mundial, utiliza el 30% de la energía y causa el 75% de la deforestación a nivel mundial, traduciéndose al mismo tiempo en una importante pérdida de biodiversidad.

Estas cifras son aún más alarmantes al compararlas con los altos índices de desnutrición y creciente pobreza a nivel mundial. Producimos alimentos más que suficientes para alimentar a todos en la Tierra, pero aproximadamente de un tercio de ellos nunca se comen.

En el Ecuador se desperdician 939.000 toneladas métricas de alimentos por año, según datos de la FAO (2019), monto que equivale a 334 millones de dólares anuales, convirtiéndolo en uno de los países dentro de América Latina en donde más se desperdicia alimentos.

Los alimentos son desperdiciados a lo largo de su cadena, desde la producción hasta la fase de su consumo.

“El desperdicio de alimentos implica que estamos produciendo más de lo que alcanzamos a consumir y eso tiene un impacto directo en las tasas de deforestación. Por eso es importante modificar nuestros hábitos de consumo y no comprar más de lo que realmente vayamos a utilizar. La R de Reducir, tiene que ser una estrategia que apliquemos en nuestras casas, especialmente en estos tiempos en los que la pobreza, por efecto de la pandemia, aumenta en el Ecuador”, indica Tarsicio Granizo, director de WWF-Ecuador.

La WWF- Ecuador trabaja junto a la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), un grupo de empresas líderes y otras instituciones en el proyecto Ecuador Sin Residuos, cuyo objetivo es desarrollar estrategias para reducir el desperdicio de comida en empresas piloto, con el fin de que cada vez más empresas tengan la capacidad de medir cuánto desperdician y tomen las medidas adecuadas para hacer más eficientes tanto la producción como la elaboración y consumo de alimentos.

El potencial de la economía circular en el sector alimentario es enorme cuando los residuos orgánicos representan aún el 57% de todos los residuos en el país.

«No solamente garantizamos beneficios en términos económicos para las empresas, sino que también contribuimos a la soberanía alimentaria del país y devolver los nutrientes necesarios a los suelos, para su salud y la nuestra. Vemos un potencial enorme en desarrollar una metodología de medición del desperdicio para varios tipos de empresas y negocios y que perciban el beneficio interno y externo de evitar el desperdicio. Además, este esfuerzo visibiliza la importancia de la colaboración entre sectores social, privado y academia», dice la USFQ.

Los ciudadanos pueden generar un cambio verdadero al modificar sus hábitos de consumo hacia unos más sostenibles. Desde hacer una lista de compras y un plan de comidas antes de ir al mercado, participar en programas de donación de alimentos hasta exigir a las grandes empresas e industrias mejorar sus prácticas de producción, dice Victoria Mena, oficial de Mercados y Bioeconomía de WWF-Ecuador.

“Debemos caminar hacia un mundo en el que se reconozca el verdadero valor de los alimentos. Una normalidad donde el desperdicio de alimentos resulte socialmente inaceptable y así acabemos con el hambre de una creciente población mundial, y reduzcamos la presión sobre los recursos de nuestro planeta”, añade.

Hoy, 29 de septiembre, es el primer Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos.

La 74º Asamblea General de las Naciones Unidas designó este día por la necesidad urgente de abordar las cantidades de alimentos desperdiciados en todo el mundo, haciendo hincapié en los riesgos que implican para el cambio climático, la deforestación, la sostenibilidad de la agricultura, los medios de subsistencia humanos y los suministros de alimentos.

Fuente: El Universo