Menor desaparecida en Cuenca fue localizada en otro cantón

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Luego de tres días de búsqueda, Carla, de 17 años, fue localizada. La menor desapareció el 3 de febrero del 2021 en la capital azuaya y fue encontrada el sábado 6 en el cantón azuayo de Sevilla de Oro. De acuerdo con las versiones oficialas, esta es la tercera vez que la menor–por voluntad propia- deja su casa y no informa a su padre, quien la ha buscado desesperadamente.

Los dos llegaron a vivir a Cuenca hace casi un año por el trabajo del padre y ella estudia en un colegio de la ciudad. La mañana que desapareció salió de su casa hacia una clínica veterinaria, en donde realizaba voluntariado, contó su padre. Al medio día, cuando fue a recogerla le informaron que nunca llegó a laborar. Entonces empezó a buscarla solo, porque no tiene familiares en Cuenca.

Además, se angustiaba, porque al estar en un nuevo centro educativo y en clases virtuales por la pandemia del covid-19 su hija no conoce a los compañeros. Por eso, denunció la desaparición en la Dirección Nacional de la Policía Especializada para Niños, Niñas y Adolescentes (Dinapen), pegó hojas volantes en sitios estratégicos de la ciudad y difundió la información a través de las redes sociales.

El padre había suspendido su proceso de recuperación de una cirugía, para dedicarse por completo a buscar a su hija, por las calles de Cuenca, por el Centro Histórico, terminal terrestre, mercados, parques lineales y otros sitios. El pasado sábado, una madre de familia se comunicó con Cevallos para informarle que Carla estaba en su casa, en el cantón oriental de Sevilla de Oro, ubicado 90 minutos de Cuenca. Había llegado ese mismo miércoles.

Según el padre, Carla le contó que se asustó, porque se hizo tarde y no se comunicó por miedo, hasta que vieron que era buscada. Las anteriores desapariciones de Carla ocurrieron en Quito, en agosto del 2019; y en Cuenca, en junio del 2020, en circunstancias similares. En el último caso, Cevallos y los agentes de la Dinapen fueron a Sevilla de Oro para investigar lo ocurrido y traerla de regreso.

La adolescente habría dicho a la Policía que viajó por su propia cuenta con su amiga y que estaba muy bien, que no sufrió ningún daño. Mientras tanto, el padre dijo que tras el mal momento su hija recibe terapia ocupacional y sicológica. Además, no ha dejado las clases virtuales y están pasando unos días en Quito, compartiendo con las hermanas y familiares cercanos.

Según Cevallos, los agentes de la Dinapen le recomendaron que la menor tenga más relación presencial con la familia, porque el encierro por la pandemia puede estar afectado la parte emocional.

Fuente: Diario EL COMERCIO