La Justicia de Bolivia ordena la detención de la expresidenta Jeanine Áñez por “sedición y terrorismo”

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El pedido de captura alcanza también a cinco de sus exministros y a la cúpula militar que en 2019 pidió la renuncia del expresidente Evo Morales

La Justicia boliviana ha ordenado este viernes el arresto de la expresidenta de Bolivia Jeanine Áñez, acusada de “sedición y terrorismo” por los sucesos que, en noviembre de 2019, terminaron con la salida anticipada de Evo Morales del poder y su marcha del país. Las órdenes alcanzan también a miembros de su Gabinete de Ministros y a la cúpula de las Fuerzas Armadas de entonces. Las detenciones se han acelerado tras la orden de un fiscal, que cargó contra todos los jefes del Ejército y policiales que pidieron públicamente la renuncia de Morales. Las autoridades sospechan que parte de los buscados se encuentran fuera del país. “La persecución política ha comenzado. El MAS (Movimiento al Socialismo, en el Gobierno) ha decidido volver a los estilos de la dictadura. Una pena porque Bolivia no necesita dictadores, necesita libertad y soluciones”, escribió la expresidenta Áñez en su cuenta en Twitter.

El día que la cúpula militar forzó la salida de Morales en una conferencia de prensa quedó registrado en vídeo. Allí el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, “sugirió” al presidente “que renuncie a su mandato, permitiendo la pacificación y el mantenimiento de la estabilidad por el bien de nuestra Bolivia”. El militar justificó que tomaban esa posición por la “escalada del conflicto” que atravesaba el país frente a las protestas por el supuesto fraude en las elecciones presidenciales de octubre.

Kaliman es ahora buscado por presuntos actos de “terrorismo, sedición y conspiración”. También se busca al general Sergio Orellana que, como sucesor de Kaliman, ocupó el comando de las Fuerzas Armadas cuando la senadora opositora Jeanine Áñez asumió la presidencia interina del país. Orellana debe responder además por la muerte de 30 personas en unas protestas contra la mandataria interina que fueron duramente reprimidas por las fuerzas de seguridad. Por este último caso, un comandante militar y uno policial se encuentran bajo detención domiciliaria. Según las investigaciones de la Policía, el excomandante Orellana abandonó el país a fines del año pasado y ahora vive en Colombia.

El exjefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, Flavio Arce, fue el único que se presentó voluntariamente ante las autoridades y fue arrestado de inmediato. Está a la espera de acceder a la detención domiciliaria, como lo han hecho los otros altos cargos militares procesados en el pasado. Otro de los buscados es el excomandante Yuri Calderón, que en noviembre de 2019 se declaró en rebeldía contra del Gobierno de Morales. La Policía allanó sin éxito dos domicilios para dar con el excomandante. Si está fuera del país, no lo ha hecho legalmente, según los registros.

Fuente: El País