Las radioemisoras clausuradas son Sky y La Guarachera, ambas propiedad del periodista exiliado Anibal Toruño, y Radio San Carlos, del exalcalde liberal en el municipio de San Carlos, Silvio Linarte, también exiliado.
Tanto Sky, que emitía en el departamento (provincia) de León, como La Guarachera, que cubría el de Chinandega, ambos en el noroeste de Nicaragua, pertenecían a Toruño y a sus familiares, al igual que Radio Darío, cerrada el pasado día 12 después de 73 años de estar en el aire.
Según el empresario radial, el argumento que utilizó Telcor para cancelar las licencias a sus emisoras fue que funcionaban en un local diferente al que tenían cuando fueron autorizadas y que los transmisores tienen otras características a la licencia aprobada, como por ejemplo la potencia.
Para Toruño, la verdadera razón del cierre de las radioemisoras es que pertenecían a su familia y que los operadores del Gobierno en el noroeste de Nicaragua los tienen clasificados como opositores.
Explicó que la programación de Sky y La Guarachera era musical, a diferencia de Radio Darío, que sí transmitía contenido noticioso.
La otra emisora clausurada es Radio San Carlos, que operaba en el departamento (provincia) de Río San Juan (sureste) y su programación no incluía contenido noticioso, aunque sí de la Iglesia católica.
Telcor basó el cierre en que sus dueños han “modificado y alterado sustancialmente las instalaciones autorizadas”, según esa emisora.
Con la clausura de esas tres estaciones de radios, suman 13 las emisoras cerradas en lo que va de agosto, la mayoría ubicadas en el norte de Nicaragua y de perfil católico.
Telcor es dirigido por Nahima Díaz Flores, hija del jefe de la Policía Nacional, Francisco Díaz, a su vez consuegro del presidente Daniel Ortega y de la vicepresidenta Rosario Murillo.
En ese lapso, las autoridades también han sacado del aire tres canales de televisión locales.
Según el movimiento Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN), el Gobierno de Ortega ha llevado al exilio a más de 120 periodistas, incluida la redacción del diario La Prensa, la desaparición de la prensa escrita, de programas de televisión y radios críticos con el Gobierno.
En abril de 2018 una serie de manifestaciones multitudinarias contra Ortega fueron reducidas con ataques armados que, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), dejaron al menos 355 muertos, de los cuales Ortega ha admitido 200.
La crisis se agudizó con las elecciones generales de noviembre pasado, cuando Ortega y Murillo fueron reelegidos en sus cargos, con siete de sus potenciales rivales en prisión y dos en el exilio.
Fuente: El Universo