Dos violentos crímenes sacuden a la sociedad cuencana

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En uno de ellos se presume la participación de tres policías. En una vivienda del sector El Cebollar (oeste de Cuenca) vivía Octavio Tapia, un hombre de 62 años que coleccionaba objetos antiguos. El miércoles 24 de agosto su cuerpo fue encontrado cubierto de concreto en una tina de cobre que era parte de su colección.

El viernes 19 de agosto, su vecino y pariente político, Fernando Pérez, lo saludó por última vez. Recuerda que Tapia vivió muchos años en Estados Unidos como emigrante y ahora disfrutaba su retiro descansando.

Al día siguiente no lo vio, pero “el muchacho que pasaba con él me dijo que vinieron unos amigos y estaban celebrando”. El domingo quiso visitarlo, pero nadie le abrió puerta y tampoco le contestaron el teléfono.

No hubo novedades hasta la tarde del 23 de agosto, cuando Pérez vio un camión afuera de la casa de su vecino cargando los muebles antiguos que coleccionaba.

Según esas personas, compraron el mobiliario por Facebook, que pagaron 1.500 dólares a unos vendedores que se retiraron del lugar porque supuestamente tenían un viaje. “Eso me pareció extraño porque él no vendía ni un clavo”, asegura Pérez.

Ante la duda llamó a una sobrina de Tapia, quien llegó e impidió que esas personas se lleven los muebles y llamó a la Policía. Los agentes llegaron a resolver el altercado, pero cuando ingresaron en la vivienda percibieron un fuerte olor desde un piso subterráneo.

Ahí estaba la tina de bronce, una bolsa de cemento y un cuchillo ensangrentado. Los policías llamaron a un equipo de rescate del Cuerpo de Bomberos, que se encargaron de romper el concreto y recuperar el cadáver.

Según el fiscal de Azuay, Leonardo Amoroso, tras las primeras investigaciones, el principal sospechoso del crimen es la persona que estuvo el sábado en la casa de la víctima y que dijo estar celebrando algo.

El joven que le contó al vecino sobre esa reunión no ha podido ser localizado y es buscado con fines investigativos. Las autoridades apenas avanzaban en las investigaciones de este caso, cuando otro crimen, esta vez con la presunta participación de policías, conmocionaba a la ciudad.

El jueves 25 de agosto, un hombre fue encontrado en una vivienda en el centro de Cuenca, con heridas de arma blanca, sobre una cama y cubierto con cobijas. La víctima fue identificada como Vinicio Bautista, de 52 años, quien había llegado hace pocas semanas de Estados Unidos y arrendó esa vivienda para instalar un negocio de venta de ropa que debía abrir sus puertas el lunes 29 de agosto.

Lo que parecía un robo tomó un giro inesperado cuando un video de vigilancia reveló que un patrullero estuvo en el sitio del crimen a la madrugada de ese mismo día. En el video se observa a dos policías que entran y salen de la vivienda cargando fundas de plástico en la cajuela del patrullero.

Eso ocurrió a las 05h00, cuando los uniformados, que pertenecen al circuito San Blas del Centro Histórico, cumplían su turno de amanecida. “Al parecer recibieron el llamado del ECU-911 para verificar una novedad en esa dirección”, dijo Edison Padilla, comandante subrogante de la Policía Nacional en la Zona 6.

Los tres fueron aprehendidos y trasladados a la audiencia de formulación de cargos. “La institución está brindando toda la colaboración para esclarecer este hecho delictivo y no va a obstaculizar ninguna investigación”, aseguró el comandante de la Policía. El fiscal provincial, Leonardo Amoroso, anunció el viernes 26 de agosto, que tres policías serán imputados por el delito de robo agravado con muerte.

Se trata del sargento Mario David N., el cabo Christian Paul A. y el policía Angel Modesto P. En los allanamientos, en la vivienda de uno de los policías, encontraron una laptop de propiedad del fallecido, botas con restos de sangre y en otro domicilio una cadena de oro de la víctima, detalló el fiscal.

Solo en agosto, en Cuenca ocurrieron cuatro muertes violentas. A inicios de mes, los cadáveres de dos hombres fueron hallados envueltos con plástico y cinta de embalaje en una orilla del río Cuenca.

La Policía maneja la hipótesis de que el microtráfico de droga está relacionado con ese caso. Hasta el 25 de agosto, suman 45 las muertes violentas en Azuay, según los registros de la Fiscalía. Una cifra fuera lo habitual, pues en todo 2021 se reportaron 24 crímenes y en 2020 hubo 27 muertes violentas.

Los crímenes ocurridos este año incluyen tres casos de sicariato, tres femicidios y 20 muertes ocurridas en abril en un amotinamiento en la cárcel de Turi. En Azuay hay un incremento del 8% en diferentes delitos, informó William Egas, jefe subrogante de la Subzona de la Policía.

Entre estos, robos violentos cometidos por grupos organizados en viviendas, establecimientos comerciales y cajeros automáticos. Según Egas, los responsables de estos delitos “son personas que vienen de otras provincias, actúan en Azuay y se regresan”.

Para combatir los hechos delictivos, la Gobernación del Azuay cuadruplicó en la última semana los operativos en Cuenca, enfocados en el control de armas, municiones y explosivos. Antes se realizaban uno por día, ahora son cuatro. En estas acciones participan policías y militares y se desplazan por las zonas más conflictivas del Azuay.

Fuente: Primicias