En Ecuador, buena parte de las víctimas de femicidio estuvieron desaparecidas o sufrieron violencia sexual. María Belén Bernal es un ejemplo de la primera situación y Nicole Echeverría, agredida sexualmente y asesinada en el 2018 pasó por lo segundo. En ninguno de los dos casos los responsables han pagado por sus crímenes.
María Belén Bernal desapareció el 11 de septiembre de este 2022 en la Escuela Superior de Policía General Alberto Enríquez Gallo. Ahí fue a ver al que era su esposo, el teniente Germán C. 10 días después, su cuerpo fue hallado en el cerro Casitagua, a pocos kilómetros del recinto policial. Germán C. es el principal sospechoso y sigue prófugo.
El estudio Femicidios en Ecuador. Realidades ocultas, datos olvidados e invisibilizaciones recoge datos del 2014 al 2021. De acuerdo con este, una característica de las muertes es la desaparición de mujeres antes de su asesinato.
Para el estudio se contó con datos sobre esta variable solamente en 454 casos de femicidio, lo que representa el 44,4% del total de casos registrados en el período 2014-2021. 84 víctimas habían sido reportadas como desaparecidas, es decir, el 18,1% de los casos.
Nicky fue a una fiesta con bomberos, policías y paramédicos, el 7 de noviembre del 2018. Cuando una fiscal llegó al sitio de la fiesta se encontró con el cuerpo de la chica, que estaba sin sus prendas íntimas. Además, tres hombres admitieron haber tenido relaciones sexuales con ella.
La Alianza para el Mapeo de los Femi(ni)cidios en el Ecuador registra que, de 206 femicidios ocurridos entre el 1 de enero y el 3 de septiembre de este 2022, 13 mujeres sufrieron abuso sexual. En el estudio sobre este crimen, este dato se empezó a registrar desde el 2018 y se dispuso de información en 198 casos, es decir, el 18,9% de todos los femicidios ocurridos entre el 2014 y el 2021.
De ese porcentaje, en siete de cada 10 casos (71,2%), las mujeres fueron víctimas de violencia sexual antes de ser asesinadas por el femicida. La violencia sexual ocurrió en 140 casos de femicidio y en un caso de transfemicidio.
De acuerdo con los datos del 2022, de las 206 muertes violentas de mujeres por razones de género, seis fueron transfemicidios y 115 corresponden a femicidios por delincuencia organizada. Este es un nuevo parámetro de registro de la Alianza Mapeo que, explican sus representantes, se ha considerado por la manifestación de odio y misoginia sobre los cuerpos de las mujeres.
Fuente: El Comercio