Un ambiente de calma había en Carondelet antes de la exposición de Guillermo Lasso

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Cercas de metal, escuadrones de policías y militares rodearon los principales ingresos al Palacio de Gobierno, en este martes 16 de mayo, cuando el presidente de la República, Guillermo Lasso, enfrentó el juicio político que le inició la Asamblea Nacional.

Pasadas las 10:00 de este martes, el presidente de la Asamblea Nacional, Virgilio Saquicela, instaló la plenaria en la que se llamó a juicio político a Lasso, acusado por sectores de oposición de haber incurrido en un presunto delito de peculado contemplado en el artículo 129 de la Constitución, en el que se determinan las causales para enjuiciar a un presidente de la República.

Acusan a Lasso de haber conocido presuntos hechos de corrupción y no actuar en la adjudicación de contratos entre la empresa pública Flopec y la transnacional Amazonas Tanker Pool para el transporte de crudo en buques.

El ambiente político no alteró las actividades comerciales y de tránsito porque no hubo presencia de grupos ciudadanos para expresar respaldo o rechazo al Gobierno nacional.

El movimiento en el interior de la Presidencia no se vio agitado.

Pocas autoridades llegaron al centro de Quito para visitar al gobernante. Se vio al secretario de Seguridad Nacional, Wagner Bravo; el presidente del Consejo Directivo del IESS, Alfredo Ortega, y el abogado del mandatario en la interpelación, Édgar Neira.

En los exteriores del Palacio, vehículos, personal de seguridad y helicópteros alistaban el operativo para trasladar a Guillermo Lasso a la sede legislativa.

A eso de las 11:00, una de las puertas laterales del edificio se rodeó de vehículos, de ciudadanos que querían ver al mandatario y también de curiosos.

Sin embargo, Lasso esperó hasta el último momento para ir a la Asamblea. Espero que concluya la exposición de dos horas de sus interpelantes en el juicio Viviana Veloz (UNES) y Esteban Torres (PSC) y dejar la Presidencia.

Torres pronunció su última palabra convocando a la censura y destitución del gobernante por presunto peculado y las puertas se abrieron para la salida de los vehículos presidenciales.

En una caravana fue el vicepresidente Alfredo Borrero y en otra el mandatario Guillermo Lasso, mientras desde un helicóptero se vigilaba.

A eso de las 13:05, Lasso empezó la presentación de sus pruebas de descargo, para lo que tenía tres horas de tiempo. Finalmente habló menos de una hora.

Mientras tanto, en los alrededores de la Plaza Grande, militares y policías resguardaban los accesos a la espera del regreso de Lasso.

Fuente: El Universo