Un día después de declarar en la Fiscalía en Quito, el exvicepresidente Jorge Glas insistió este 26 de octubre en que la víctima es él, y que habría sido extorsionado por su exasesora, Soledad Padilla, y el legislador electo, Ferdinan Álvarez.
Ante algunos medios congregados en un estudio de televisión en Guayaquil, Glas mostró una fotografía de una supuesta reunión entre Padilla, Álvarez y un delegado de otra figura del correísmo, Alexis Mera.
Según Glas, en esa reunión, realizada en un estudio jurídico de la ciudad, tanto Padilla como Álvarez habrían exigido dinero a cambio de no hacer público «audios grabados ilegalmente».
«Le pidieron USD 350.000 por audios, pero ya ella (Soledad Padilla) los había entregado a La Posta (portal digital). Fue un tema planificado por meses», reiteró el exvicepresidente del correísmo, quien interpuso una denuncia por extorsión en Guayas tras las filtraciones.
En la rueda de prensa, Glas dijo que Padilla tendría 20 audios de conversaciones grabadas a exautoridades del correísmo, como Alexis Mera, Rafael Correa, entre otros.
Sobre la denuncia por intimidación, presentada por Padilla en su contra, Glas reiteró que es un tema que le causa «mucho dolor», porque proviene de personas que fueron cercanas a él.
Por otra parte, el exjefe de bancada de la Revolución Ciudadana, Álvarez, aseguró el miércoles que ingresó a la unidad de protección de testigos de la Fiscalía, porque teme por las amenazas que ha recibido.
Incluso responsabilizó a Glas por futuras acciones violentas en su contra.
Ante esto, Glas pidió a la Fiscalía, a la Policía y al Gobierno que protejan la integridad de Álvarez y Padilla.
«Ahora resulta que soy de Los Lobos o de una banda. Un poco de sensatez», agregó Glas descartando que amenazó al asambleísta.
La polémica legal y de audios filtrados ha causado una nueva división en el correísmo, entre quienes apoyan a Glas y quienes critican la violencia política en el movimiento.
Fuente: Primicias