El secretario de Comunicación de la Presidencia de la República, Roberto Izurieta, fue víctima este fin de semana de ataques homofóbicos en redes sociales luego que se viralizó la fotografía de él y su esposo, Paul Quirck, entrando agarrados de la mano a la ceremonia de posesión presidencial, que tuvo lugar el 23 de noviembre en la Asamblea Nacional.
Desde distintas cuentas en redes sociales, algunas de ellas sin revelar al usuario real, se cuestionó por qué el funcionario entró agarrado de la mano de su esposo o si Ecuador está preparado para ver a un ministro acompañado de su pareja del mismo sexo en actos oficiales. Esos mensajes generaron todo tipo de opiniones en plataformas digitales. Muchas a favor del secretario de Comunicación.
«Mientras siga trabajando sin descanso por el bien de los ecuatorianos se lo aplaudirá. Es lo único que nos debe importar a los ecuatorianos de bien, lo demás, que sea parte de su libertad y lo que haga feliz a cada quien«, escribió el profesor y economista Jorge Jaramillo, usuario de la red social X.
La única respuesta de Izurieta con respecto al tema fue la publicación de dos fotos de su esposo conversando con el presidente de la República, Daniel Noboa, en el Palacio de Carondelet.
El jefe de Estado anunció el 16 de noviembre que Izurieta iba a ser su secretario de Comunicación. Previamente, en el Gobierno de Guillermo Lasso, el funcionario de 61 años fue embajador de Ecuador en Chile. Para ocupar ese cargo diplomático renunció a la cadena CNN en Español donde fue analista y consultor político.
Roberto Augusto Izurieta Cánova se graduó en 1990 como economista en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), según consta en la plataforma de la Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt). Tiene además dos maestrías ligadas a la Política y a la Comunicación, que las obtuvo en dos universidades de Estados Unidos.
Su experiencia en el sector público no es reciente. Fue asesor del expresidente Jamil Mahuad.
También trabajó como profesor en la Universidad George Washington, en Estados Unidos, donde conoció a Noboa cuando fue su alumno en una maestría de Comunicación Política y Gobernanza Estratégica.
El revuelo que causó la foto del secretario coincidió con la conmemoración de los 26 años de la despenalización de la homosexualidad en Ecuador. Hasta 1997 un ciudadano podía haber sido castigado con cuatro hasta ocho años de cárcel por haber incurrido en algún caso de ‘homosexualismo’, que no constituya violación.
El camino para dignificar la vida de las personas LGBTIQ+ (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, intersexuales, queer), así como el proceso para reivindicar sus derechos durante estos 26 años, ha tenido (y mantiene) obstáculos estructurales, políticos, jurídicos y socioculturales.
A pesar de esas dificultades, la despenalización de la homosexualidad fue el punto de partida para otros logros de la población LGBTIQ+, entre esos, lograr ser visibilizada por la sociedad y consolidarse como sujetos de derechos y actores políticos. Sobre esto último, la lucha de la población LGBTIQ+ permitió que en 2019 el Estado ecuatoriano reconozca el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Fuente: Ecuavisa
