La clase política estadounidense ha dado su último adiós al expresidente George H.W. (George Bush padre), en el funeral de Estado celebrado este miércoles en Washington. La ceremonia ha reunido en el mismo banco a los expresidentes Jimmy Carter, Bill Clinton, George Bush y Barack Obama con el actual mandatario, Donald Trump, además de a todos los expresidentes estadounidenses vivos.
El expresidente republicano falleció el pasado sábado a los 94 años y desde entonces el país se ha llenado de homenajes al hombre descrito como la base de la era de civilidad en la política estadounidense. En el funeral, Bush padre ha sido recordado por su papel de héroe de la Segunda Guerra Mundial y veterano de la Guerra Fría.
Visiblemente emocionado, George Bush hijo ha resaltado el optimismo, la «honestidad, honor y ética de trabajo» de su padre y lo ha recordado como una persona a la que le gustaba reirse, «sobre todo de sí mismo». Entre lágrimas, el exmandatario ha concluido su discurso con un guiño a la derrota política de su padre en 1992: «En la victoria, compartía el mérito. Cuando perdía, cargaba con la culpa. Aceptaba que el fracaso es parte de un vida plena».
La ceremonia ha contado también con la presencia de autoridades mundiales como el príncipe Carlos de Inglaterra y los líderes de Alemania, Jordania, Australia, Polonia o el ex primer ministro británico John Major, que lideró Reino Unido durante la presidencia de George H.W. Bush.
La clase política aparca sus diferencias
La Catedral Nacional de Washington ha reunido a demócratas y republicanos para recordar a un presidente que abogaba por una nación «más amable» en los últimos tiempos. Quizá por su política conciliadora, la tensión política se ha tomado una tregua durante la ceremonia: el propio Trump ha saludado a Obama y se ha sentado a su lado durante la misa en un banco también compartido por los Clinton, que en cambio no han intercambiado ningún gesto con el presidente.
Trump tuvo sus diferencias con el expresidente por criticar a George Bush y su hermano Jeb Bush durante las primarias republicanas, pero él mismo ha calificado este día, declarado de luto, como un «día de celebración a un gran hombre». Los Trump visitaron a la familia Bush durante unos 20 minutos el pasado martes.
Cientos de personas se han concentrado además en la Avenida de Pensilvania para ver pasar al coche fúnebre hacia la catedral. Desde el pasado lunes, miles de ciudadanos han visitado la capilla ardiente de Bush, que ha estado en todo momento acompañado por su fiel perro guía, que vivía con él desde la muerte de su mujer, Barbara Bush, el pasado mes de abril.
La llegada del actual presidente ofreció el único resquicio para la polémica de la jornada puesto que mientras que Obama y su esposa Michelle le dieron cordialmente la mano, Bill y Hillary Clinton, ubicados a medio metro de distancia, no hicieron ningún esfuerzo por saludarles.
Al término de la familia, el féretro ha sido trasladado en el avión presidencial a Texas, donde este jueves recibirá el último adiós de su familia.
Fuente: RTVE