El legado de Opportunity, el explorador más incasable sobre la superficie de otros mundos

La agencia espacial ha dado por completada una misión de 15 años en la que un pequeño rover de exploración ha demostrado que Marte fue un planeta cubierto de agua que y pudo ser habitable, entre otros muchos logros científicos.

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La NASA ha dado por completada la misión del Rover de Exploración de Marte (MER) Opportunity, con el que se perdió el contacto el pasado 10 de juniodespués de que una intensa y prolongada tormenta de polvo inutilizase sus paneles solares. La agencia espacial ha puesto fin así a 15 años de misión que han permitido, entre otras muchas cosas, confirmar que en el pasado Marte fue un planeta cubierto de agua y que pudo ser habitable.

«No hemos tenido respuesta. Nuestro querido Opportunity permanece en silencio», ha dicho un emocionado Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la dirección de misiones científicas de la NASA en una rueda de prensa celebrada este miércoles por la noche. «Estoy de pie aquí con una gran sensación de aprecio y gratitud, para declarar la misión como completada».

Un rover «maratoniano»

El abrupto final de la misión pone punto final a un largo viaje que comenzó el 24 de enero de 2004, cuando el rover se posó en el planeta rebotando en el interior de una cubierta de sacos de aire, similares a airbags, en la región de Meridiani Planum. En ese momento, el Opportunity, que estaba diseñado para operar durante 90 días marcianos (poco más de 90 días terrestres) y recorrer una distancia de 1.006 metros, comenzó una larga vida que ha superado los 5.000 días y que le ha hecho convertirse en el artefacto que mayor distancia ha recorrido sobre la superficie de otro mundo. Este rover ha atravesado 45,16 kilómetros antes de quedar dormido para siempre.

«Su misión ha finalizado porque se ha expuesto a la tormenta de arena más grande que se ha visto en Marte en los últimos 50 años»

«Opportunity ha sido un auténtico prodigio desde el punto de vista de su diseño, su construcción y su manejo», ha explicado a ABC Alberto González Fairén, científico del Centro de Astrobiología (CAB), quien entre 2012 y 2014 participó en las operaciones del rover. «Su misión no ha terminado porque tuviera un fallo de diseño o por males decisiones tomadas desde el puesto de mando, sino porque se ha expuesto a la tormenta de arena más grande que se ha visto en Marte en los últimos 50 años».

Se puede decir que ha sido una tormenta histórica la que ha puesto punto final a una misión también histórica: «Ningún otro vehículo ha recorrido tanta distancia sobre otro mundo, ni siquiera los rovers lunares del programa Apolo», ha proseguido González Fairén. «Ningún otro aparato ha durado tanto sobre la superficie de otro mundo; ninguna otra nave ha recogido tantos datos in situ que abarquen un intervalo temporal tan amplio como los 1.000 millones de años de registro geológico que nos ha dado Opportunity», ha incidido el investigador. «El legado científico que deja es inmenso, y dará trabajo a los investigadores durante décadas».

NASA/ABC
NASA/ABC

Los descubrimientos de Opportunity

Durante los 15 años de misión el Opportunity ha tomado muestras de minerales y tomando imágenes panorámicas, como si se tratara de un geólogo que hubiera viajado a Marte. Su hallazgo más importante, tal como ha explicado González Fairén, es haber «demostrado que Marte tuvo condiciones óptimas de habitabilidad para formas de vida como las terrestres hace 4.000 millones de años».

Además de esto, Opportunity encontró evidencias de pequeñas lagunas ácidas y saladas, que existieron hace unos 3.000 a 5.000 millones de años. Tanto los rastros de agua dulce como de agua salada y ácida confirman, según el investigador, que Marte es un planeta con una historia geológica extremadamente compleja y variada, como la Tierra. Y, sobre todo, que pudo estar habitado por seres vivos con metabolismos similares a los terrestres. Según ha dicho González Fairén, «Opportunity fue el primer rover en confirmar esta posibilidad y, por lo tanto, cambió radicalmente nuestra visión previa del planeta».

Por último, Opportunity fue también el primer rover en descubrir un meteorito fuera de la Tierra y el que pudo fotografiar los «diablos marcianos», remolinos de polvo que se forman en el planeta rojo.

Tormenta global en Marte

El destino del rover se truncó el pasado 10 de junio, cuando la NASA perdió contacto con el robot en medio de una gran tormenta marciana que pronto cubrió la totalidad del planeta. Los científicos explicaron que el polvo depositado sobre los paneles y, sobre todo, el oscurecimiento de la atmósfera, hicieron caer en picado la cantidad de energía que podían suministrar los paneles solares del Opportunity. Por ello, el robot entró de forma automática en modo de bajo consumo, cuando se encontraba en medio del Valle de la Perseverancia.

Desde que en septiembre la tormenta amainó, los científicos del JPL han estado enviando instrucciones y escuchando señales para tratar de recuperar contacto con el Opportunity, cada vez con menos esperanzas. En todo este tiempo, el mayor temor ha sido que, al apagarse los sistemas de calefacción del rover, la temperatura cayera e inutilizase las baterías de forma permanente.

El pasado martes ya se presagiaba el desenlace, cuando una de las científicas de la misión escribió un triste mensaje en Twitter después de un último intento de comunicación: «Hubo lágrimas. Hubo abrazos. Hubo recuerdos y risas compartidas».

Opportunity es uno de los dos rovers gemelos, junto al Spirit, que la NASA envió a distintas zonas del planeta rojo para buscar huellas de agua pasada. Sin embargo, su hermano finalizó su misión en 2010 después de que quedase atrapado en la arena de Marte.

Las próximas misiones

Con la «muerte» de Opportunity, la superficie marciana queda «vigilada» solo por las misiones Curiosity y la Insight. En la primera, un enorme y sofisticado rover de exploración recorre el planeta para rastrear huellas minerales y químicas para estudiar si Marte pudo ser un mundo habitable. La segunda pretende perforar Marte y estudiar su estructura y temperatura interiores.

Lo próximo que está por llegar es la Mars2020, que será lanzada en principio en julio de 2020, y que tiene como finalidad continuar con esta gran búsqueda acerca de la habitatibilidad de Marte. Este rover, similar al Curiosity, no podrá detectar seres vivos, pero podrá buscar las huellas que dejaron incluso en los primeros centímetros de suelo. Después, una futura misión robótica o humana podrá analizarlos.

Fuente: ABC