La NASA ha adelantado sus planes de enviar de nuevo astronautas a la Luna en un periodo de cinco años. Así se ha acordado en la reunión del National Space Council, en la que ha estado presente el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, y en la que se ha fijado 2024 como fecha para elretorno de los estadounidenses a nuestro satélite, concretamente a su polo sur. «Tomaremos medidas en los próximos días y semanas para lograr estos objetivos. Hemos establecido un plan claro para la campaña de exploración de la NASA que abarca tres áreas estratégicas: la órbita de la Tierra, la Luna y, después, Marte y el espacio», ha afirmado el administrador de la agencia espacial estadounidense, Jim Bridenstine.
En los planes a corto plazo, la NASA se ha marcado un importante desafío el año que viene con el lanzamiento de la misión Exploration Mission-1, que enviará la cápsula Orión sin tripulación en una prueba a bordo del cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial por sus siglas en inglés), que también contendrá una carga útil para ensayar su potencial como transporte de grandes cantidades de materiales al espacio. Esta será una primera toma de contacto antes deenviar en 2022 el vehículo espacial Orión ya con tripulantes (se trata de una nueva generación de naves espaciales diseñada para enviar hasta cuatro astronautas por vuelo), que orbitarán cerca de la Luna. Dos años más tarde, en 2024, será el momento de volver a pisar nuestro satélite con intención de crear una base intermedia antes de llevar al primer humano a Marte en la década de 2030.
Dudas y premura del anuncio
Pence ha declarado que se seguirá esta hoja de ruta «utilizando todos los medios necesarios», si bien existen algunas dudas por la cancelación de algunos importantes proyectos espaciales, como la supresión sin previo aviso el pasado mes del abril de la misión Resource Prospector, que llevaría un rover lunar precisamente a los polos del satélite para preparar una eventual llegada humana.
Por su parte, la NASA contemplaba el objetivo de regresar hombres a la Luna en 2028, cuatro años después de lo anunciado ahora por Pence y Bridenstine. Algunas voces críticas han señalado que la premura aplicada por la administración presidida por Donald Trump puede suponer un problema para la carrera espacial estadounidense.
Un nuevo departamento
«La política declarada de esta administración y de los Estados Unidos de América es devolver a los astronautas a la Luna en los próximos cinco años», ha asegurado el vicepresidente en el Centro Espacial de Huntsville, en Alabama. Por su parte, Bridestine ha señalado que «es el momento adecuado para este desafío» y reafirmó a Pence que «la NASA está lista para el desafío de avanzar hacia la Luna, esta vez para quedarse».
De hecho, el administrador de la agencia espacial ha anunciado la creación de un nuevo departamento que se centre en el desarrollo de esta misión: «Lo llamamos la Dirección de la misión de la Luna a Marte», ha adelantado.
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