Ahorros, sobresueldo y tarjetas se usan para útiles y uniformes

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Pese a que tienen una ‘alcancía’ para la educación de sus dos hijos, Álex Tufiño y Andrea Paredes confiesan que el inicio de clases es una de las épocas más costosas del año. La compra de útiles, uniformes y otros productos inciden en la economía de las familias, cuando faltan pocos días para el inicio de clases para el ciclo de la Sierra y Amazonía.

El período escolar 2019-2020 arrancará el lunes 2 de septiembre, por lo que padres y madres de familia se han movilizado a las diferentes papelerías de Quito, para cotizar las listas de útiles. Álex y Andrea hicieron un recorrido para comparar precios.

“Al tener dos hijos (Luciana y Emilio, de 6 y 3 años, respectivamente), debemos buscar y economizar”, señala el joven padre de 35 años. La lista de ‘Lu’, quien va a primer año, es más económica. Entre otras cosas contiene cuadernos, lápices, pinturas, tijeras y goma; alcanzaron los USD 100.

Sin embargo, la de Emilio, quien cursará el Inicial, duplicará ese monto. El motivo -dice Andrea- es el costo del material didáctico. Rosetas, rompecabezas y otros juegos mentales son parte de los requerimientos. Hasta el momento, solo esa lista cuesta USD 300.

En total esta pareja destina más de USD 400 a la compra de útiles; sin mencionar que aún deben adquirir los libros, que superan los USD 200. Cuando se tiene dos hijos, los gastos son “muy altos” -reconoce Álex- por lo que han buscado opciones.

A partir de marzo, por ejemplo, depositan el 20% de sus sueldos para esta época. Se trata de un ahorro programado; el dinero lo pueden sacar a fines de agosto. Otros padres destinan el decimocuarto sueldo o usan la tarjeta de crédito para la compra del material escolar. En este grupo está Mishell Ortega, madre de dos hijos de 11 y 8 años.

Ella y su esposo ocupan el sueldo adicional de agosto. No es muy alto -dice- por lo que utilizan la tarjeta de crédito para diferir los pagos. En total han gastado más de USD 800 en el inicio del año para sus dos hijos que van a tercero y séptimo años.

“Tratamos de organizarnos en estos meses para que nuestras finanzas no colapsen en esta época”. Medios de pago como la tarjeta de crédito deberían usarse solo en caso de una contingencia, explica Eddy Troya, especialista en gestión de talento humano.

“La utilización de la tarjeta debe ser con pagos programados para evitar un sobreendeudamiento”. El experto recomienda tener un fondo o un ahorro de mínimo el 10% del salario de los padres, ya que el decimocuarto sueldo no alcanza para cubrir estos gastos, en especial, si la pareja tiene dos o más hijos.

Además, opina que las compras se deben realizar fuera de temporada, para evitar los precios altos y la especulación.

Desde la segunda semana de agosto, la búsqueda de las listas de útiles se intensificó en la ciudad. Los precios oscilan entre USD 40 y 300; depende de la calidad y el lugar.

Cecilia Piedra, de Papelería y Librería Popular, asegura que hay una amplia afluencia de compradores. La mayoría tiene a sus hijos en planteles particulares, donde ya enviaron los materiales. La gente busca productos económicos y de calidad intermedia, asegura.

Las listas más extensas –dice Piedra– son las del nivel inicial, ya que piden implementos especiales, que se usan para la motricidad fina y gruesa. Ana Lucía Calderón aprovechó el fin de semana para adquirir la lista de útiles de sus dos hijos que cursarán el octavo y el tercero de básica. El monto del material de ambos llega a USD 400.

Para solventar estos gastos, ella y su esposo hicieron un fondo que suma los USD 800. Con este dinero además esperan adquirir libros, zapatos deportivos y material de aseo. La venta de uniformes también es típica en este agosto.

Esta se ha reducido, en referencia a otros años. Lo admiten comerciantes que han dedicado su vida a la confección y comercialización de prendas de vestir. Y lo corroboran padres de familia.

Ellos reconocen que procuran comprar lo estrictamente necesario para no entrar en tantos gastos. El costo promedio de un uniforme completo es de USD 80 a 85, señala Fanny Live, propietaria de un local ubicado en el Centro Histórico de Quito. Máximo acudió ahí para comprar una blusa blanca a su hija que pasó a tercero de bachillerato.

El padre de familia dice que la situación económica es complicada. Su presupuesto para el regreso a clases, entre vestuario y útiles escolares, es de un salario básico (USD 394). Aprovechará el decimocuarto sueldo.

Pero también hay padres que no escatiman en gastos para la educación de sus hijos.

Carlos Flores es uno de ellos. Tiene dos hijos que empezarán tercero de básica en Cayambe. Comenta que no estableció un presupuesto, pero que proporcionará a sus niños todo lo necesario para estudiar.

En el período que finalizó hubo 1,9 millones de estudiantes en todo el régimen, según cifras proporcionadas por el Ministerio de Educación. Las inscripciones regulares para las personas que ingresan por primera vez al sistema educativo fiscal se realizaron hasta el pasado 14 de junio y se programó una nueva fase para quienes no lograron inscribirse, desde el 14 de agosto, en las sedes.

En la primera fase se inscribieron 41 000 niños y adolescentes.

Fuente: El Comercio