La vestimenta que usarán unos cuatro mil militares, en jornadas de protestas en las que se requiera su presencia, incluye un overol antiflama, casco con visor a prueba de niebla, guantes anticortes, pasamontaña antifuego y protectores en todo el cuerpo. Además, portarán un escudo rectangular, de alta transparencia, a prueba de impactos y con una cobertura de 1,20 metros de altura.
Se trata del nuevo traje ‘Robocop’ y del escudo antimotín, dos compras que iniciaron la semana pasada las Fuerzas Armadas por un monto de $1,4 millones y $342 000, respectivamente. El proceso, que cuenta con la disponibilidad de la partida presupuestaria del Ministerio de Defensa, se prevé realizar con la empresa pública Santa Bárbara EP, según la documentación firmada por el general Luis Altamirano, comandante de la Fuerza Terrestre.
El informe de necesidad que sustenta la compra, firmado por el general Edmundo Salvador Mena, comandante del Cuerpo de Operaciones Terrestre (COT), señala que el uso de equipo especial reviste de gran importancia “ya que permite disuadir a grupos humanos de manifestantes que pretenden alterar el orden público”.
“Producto de lo ocurrido desde el 3 al 14 de octubre se evidenció la falta de material no letal para el empleo en las operaciones contra disturbios y motines”, detalla el documento de la entidad militar.
En ese periodo, el país vivió jornadas de protesta contra el decreto del presidente Lenín Moreno, que eliminaba los subsidios a los combustibles. Las manifestaciones incluyeron cierre de vías y carreteras, vandalismo, saqueos, destrucción de propiedad pública y privada, y dejó al menos 8 fallecidos y 1300 heridos, entre civiles y fuerza pública, además de la retención o secuestro de periodistas, policías y militares.
“En las protestas hubo descoordinación, falta de equipos, entrenamiento, eso se tiene que corregir. Las Fuerzas Armadas necesitan equipamiento adecuado para operaciones de defensa interna”, comentó el excomandante de la Fuerza Naval Aland Molestina, al tiempo que agregó: “Hasta el 2010 que estuve en las Fuerzas Armadas teníamos equipo antimotines, escudo, casco, proyectiles de goma. Deduzco que en estos años el material antimotines fue insuficiente y las bombas lacrimógenas se deterioran muy rápido, a diferencia de los proyectiles”.
El general Ernesto González, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, coincidió en la necesidad de equipar a las Fuerzas Armadas. “La actual Constitución le encarga el orden interno a la Policía Nacional, pero es un concepto errado porque las nuevas amenazas hacen necesario que las Fuerzas Armadas y la fuerza pública se unan para proteger el orden interno”, comenta González y resalta la obligación que tienen las Fuerzas Armadas de proteger las áreas estratégicas, como la infraestructura petrolera, las telecomunicaciones, las redes de tendido eléctrico.
El material no letal que se comprará incluye 1000 carabinas, 12 000 cartuchos de goma, 30 000 perdigones de goma, 15 000 aturdidores, 50 000 granadas lacrimógenas y 1000 máscaras antigás, entre otras.
“En las operaciones de apoyo a la Policía se debe considerar el uso de medios no letales que podrán ser empleados cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen el cumplimiento de la misión de Fuerzas Armadas”, señala la entidad y revela que “el material no letal que actualmente tiene la Fuerza Terrestre no es suficiente, a más de que al momento está caducado”.
En la justificación se destaca: “La última adquisición de este material se realizó en el año 2008, resultando insuficiente para el personal militar”. Con los trajes ‘Robocop’, escudo y resto de material no letal se equipará, detalla la Fuerza Terrestre, a 204 equipos de combate formados por 20 personas cada uno, en total 4080 militares. “Este numérico representa el 15 % de la totalidad del personal que se emplea en las operaciones militares de ámbito interno, lo que permitirá incrementar la capacidad operativa de las unidades tácticas en la ejecución de las operaciones militares en caso de nuevos disturbios que alteren el orden público”, señala la entidad.
La adquisición de estos equipos y material no letal se suma a la inversión de $100 millones hecha este año por las Fuerzas Armadas. El ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, detalló que se compraron seis helicópteros para búsqueda y salvamento, ocho aeronaves de entrenamiento, doce lanchas para operaciones en la selva, un simulador de defensa, un buque multipropósito, un helicóptero liviano, tres camionetas, etc. Además, se habilitaron 3 helicópteros, 20 vehículos tácticos y un avión Beechcraft para patrullaje en la frontera norte.
Tras las protestas de octubre, Jarrín advirtió de la existencia de grupos insurgentes debido a la manera “violenta y planificada” con que enfrentaron a la fuerza pública. Se identificará y neutralizará, dijo, a estas personas “que han constituido un nuevo escenario para lo que estamos preparándonos”.
Intervención (Fuerzas armadas)
Control interno
Expertos señalan que las Fuerzas Armadas intervienen en la seguridad interna del país cuando la violencia sobrepasa la acción policial.
Uso de la fuerza
El Código Penal fija sanciones cuando la fuerza pública se extralimita en el uso progresivo de la fuerza.
Fuente: El Universo