El Gobierno español ha respondido a las expulsiones de miembros de la delegación diplomática española en La Paz con la expulsión de tres diplomáticos bolivianos destinados en Madrid, según ha podido saber Europa Press. La respuesta es una medida de reciprocidad habitual en este tipo de casos.
El Gobierno provisional de Bolivia ha ordenado la expulsión de los diplomáticos españoles involucrados en el incidente de la embajada de México y les ha otorgado un plazo de 72 horas para que abandonen el país. «Bolivia no es colonia de nadie», subrayó Jeanine Áñez, presidenta provisional del país andino desde octubre, cuando sustituyó a Evo Morales tras conocerse el fraude electoral orquestado por el oficialismo.
Áñez ha acusado a los gobiernos de México y de España de «encubrir y proteger a criminales que han cometido delitos de terrorismo y sedición», en referencia a los 10 dirigentes del Movimiento Al Socialismo (MAS) que se encuentran refugiados en la residencia de la embajadora mexicana.
«Ningún país del mundo podría tolerar lo que pasó» con los «encapuchados», añadió la canciller, Karen Longaric. Cuatro agentes españoles del Grupo Especial de Operaciones (GEO) protagonizaron un confuso incidente cuando acudían el viernes a recoger a dos diplomáticos españoles que habían acudido a realizar una «visita de cortesía» a la embajadora mexicana, según el comunicado oficial de Exteriores. La canciller ha acusado a España de desconocer los hechos ocurridos y desacreditar a los funcionarios locales.
Los diplomáticos españoles declarados non gratos por Áñez son Cristina Borreguero, encargada de Negocios, y el cónsul Álvaro Fernández. Ante la ausencia del embajador, Emilio Pérez Agreda, oficialmente de vacaciones en España, Borreguero ejerce como número uno en la legación diplomática española en La Paz.
Fuente: El Mundo