Mujeres mostraron unidad y capacidad para movilizarse

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Un movimiento de mujeres diverso, más organizado y fortalecido despide este 2019. El año empezó con una muestra de sororidad, evidenciada en una marcha, que surgió de forma espontánea con la etiqueta #TodasSomosMartha.

La noticia de un ataque sexual grupal a una mujer, de 35 años, y el asesinato incluso filmado y viralizado en redes sociales, de Diana Carolina, en Ibarra, en manos de un extranjero, activó a colectivos. Pero también hizo que madres, colegas y compañeras de estudios se movilizaran en enero.

La violencia, a todo nivel, convocó a mujeres, de variada edad. Todas -a través de marchas, de empujar propuestas en el Legislativo y de acciones locales y regionales, desde tuitazos hasta performances- se han mostrado unidas.

En Ecuador, la figura de femicidio está tipificada en el Código Penal desde el 2014. Pero es evidente que no ha sido suficiente. En este 2019, cada 70 horas, una mujer, de entre 14 y 86 años fue asesinada. Hasta la tercera semana de diciembre, 104 femicidios fueron registrados por Alianza Mapeo, esfuerzo de la sociedad civil por llevar la cuenta de los crímenes contra mujeres, con el objetivo de que no se sigan pasando por alto.

“Señor, señora, no sea indiferente, se mata a las mujeres en la cara de la gente”. Ese cántico se ha escuchado con frecuencia, fuera de audiencias contra femicidas; en fechas simbólicas y en autoconvocatorias. Pero también otros más sonaron: “aborto legal, en el Código Penal”; “hay que abortar, hay que abortar este sistema patriarcal”. Y “si el Papa fuera mujer, el aborto sería ley”. Una de las luchas, no ganada en la Asamblea, pero más visibilizada fue esa: la que buscaba la reforma del artículo 150 del Código Penal, para ampliar las causales del aborto. Es decir para que no se penalice en casos de violación, incesto, malformaciones, inseminación no consentida y estupro.

Pero las mujeres no se detienen. El 3 de diciembre, el Legislativo aprobó reformas al Código de la Democracia. Una establece que las listas deberán ser encabezadas, de modo progresivo, en el 50% por mujeres, al 2025. Incluso el binomio presidencial para ese año. “Hay un movimiento de mujeres diverso, con menos cabezas, pero trabajando en todas las provincias”, apunta Ana Cristina Vera, abogada, que dirige Surkuna.

¿Por qué luchan? “Para que no nos sigan matando y por vidas dignas”. Para la catedrática universitaria y exviceprefecta de Azuay, María Cecilia Alvarado, las reformas al Código de la Democracia permitirán ir rompiendo techos de cristal. Y que niñas ecuatorianas vean que las mujeres pueden ser juezas, científicas o presidentas de la República.

Clara Merino, de Luna Creciente, coincide en que en este año, las mujeres han mostrado su capacidad para movilizarse. Pesan las redes sociales, dice, pero más la necesidad de luchar contra la violencia y por derechos, también económicos. Su organización se concentra en sectores populares, la mayoría mestizas y afros, de Cayambe, el norte de Esmeraldas, Cotopaxi, Loja, Sucumbíos y Morona Santiago.

En Riobamba, el colectivo No esperes que te pase, cuenta Natalia Rocha, ha participado de actividades para hacer incidencia, en fechas conmemorativas como el 25 de noviembre. Pero también más locales para que se apruebe la ordenanza para erradicar la violencia contra las mujeres. Valeska Chiriboga, de Aborto Libre Ecuador de Guayaquil, ratifica que hubo mayor visibilización.

Hemos podido articular -anota- acciones. Recuerda el ‘performance’ Un violador en tu camino, que las convocó en varias ciudades del país, como en el mundo. Rocío Rosero, de la Coalición de Mujeres, reconoce una lucha intergeneracional y plurinacional, que va tras una causa.

Pero -reitera- hay que reconocer a las precursoras. Ana Cristina Vera menciona a Matilde Hidalgo, Dolores Veintimilla de Galindo, Dolores Cacuango, Tránsito Amaguaña… Datos 13 de enero. Martha, de 35 años, fue hallada violada, en un bar de Quito; la atacaron tres conocidos.

Fuente: Diario EL COMERCIO