A partir del lunes 25 de mayo de 2020, el Tranvía de Cuenca inicia la fase de formación ciudadana, como parte de la operación comercial de este sistema de movilidad en la cual se permitirá el acceso a pasajeros durante los recorridos.
Según autoridades esta etapa tiene como objetivo educar a la ciudadanía en el uso y funcionamiento del Tranvía y de los subsistemas que lo integran, a fin de que los ciudadanos se familiaricen con este nuevo medio de transporte.
El alcalde de Cuenca, Pedro Palacios, informó que este proceso se extenderá por 60 días y durante este tiempo el acceso de la ciudadanía a las unidades tranviarias será libre, pero bajo estricto cumplimiento de los protocolos de bioseguridad establecidos para el efecto, y validados por el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal.
Durante la semana del 25 al 31 de mayo circularán ocho unidades, el horario será de 06:00 a 20:00, con una frecuencia de paso de 10 minutos. Los horarios se ajustarán de acuerdo a la semaforización de la ciudad.
“Este tiempo nos permitirá informar, socializar y sobre todo educar a los ciudadanos en el uso correcto de todos los elementos del Tranvía. Las personas podrán usar el sistema tal y como es comercialmente, es decir, ingresar y bajar en las paradas que ellos requieran” informó Carolina Ormaza, directora del Tranvía de Cuenca.
Ormaza indicó que al tratarse de un sistema de transporte público debe regirse a las disposiciones del COE Nacional, por lo que se respetará la capacidad máxima de pasajeros establecida para el semáforo amarillo, es decir del 30%, lo que representa 62 personas en cada unidad.
Protocolos
Como parte de los protocolos de bioseguridad, se exigirá el uso de mascarilla o elementos de protección facial tanto en las estaciones como al interior de las unidades, los usuarios deberán también cumplir con las normas de distanciamiento físico, para ello se instaló la señalética correspondiente en los vagones.
Otra de las medidas que se implementó para precautelar la salud de los pasajeros es la sanitización de los vehículos tranviarios al final de cada recorrido.
Fuente: El Tiempo