El número de pacientes con covid-19 que requieren atención hospitalaria moderada ha bajado en Cuenca y Loja. Por eso, los hospitales públicos José Carrasco Arteaga y Vicente Corral, de Cuenca, e Isidro Ayora, de Loja, aplican planes de contingencia progresivos para retomar los servicios de salud suspendidos por la emergencia.
Ambos cantones suman 11 785 infectados y se ubican en el tercero y cuarto puestos, respectivamente, de las ciudades con más casos positivos en el país, según el Ministerio de Salud. De ellos, más de 4 000 están activos y el resto ya superó la enfermedad. En atención moderada, el hospital de Loja llegó a usar todas sus 90 camas para hospitalización, pero ayer, 5 de octubre del 2020, solo 22 estaban ocupadas.
El José Carrasco tiene 140 camas y hasta ayer había 65 pacientes, mientras que en el Vicente Corral están ocupadas 34 de 36. Los planes de contingencia progresivos consisten en liberar áreas de covid-19 y reubicar al personal médico para retomar los servicios, con el fin de atender otras dolencias. El Isidro Ayora, por ejemplo, tenía cuatro de los cinco pisos destinados para pacientes con coronavirus.
Hace dos semanas reanudó la atención en ginecología en el segundo nivel y desde ayer ocupa el primer piso para emergencias en general. De esta forma se quedó con el tercer piso para casos moderados de covid-19 y otro para cuidados intensivos. El gerente del hospital lojano, Robert Salcedo, dijo que desde hace tres semanas tienen más altas hospitalarias y menos ingresos de pacientes de coronavirus, con cuadros moderados, pero la unidad de cuidados intensivos sigue al límite.
Según él, esta reducción se debe a que los pacientes con sintomatología leve acuden enseguida a los servicios de primer nivel (públicos o privados) para recibir el tratamiento oportuno, y hay protocolos de manejo domiciliario para evitar las complicaciones. Para Salcedo, era necesario aplicar este plan porque al estar frente a una nueva etapa y al haber liberado las restricciones en la movilidad se registran más emergencias médicas o por accidentes de b. Dentro de la planificación, se prevé habilitar la consulta externa a mediados de este mes y las cirugías, en noviembre.
No obstante -aclaró-, si aumenta la demanda hospitalaria volverán a recuperar las áreas covid-19 para garantizar la atención. Por su parte, los hospitales de Cuenca mantienen las áreas para covid, pero reanudaron la atención de otras patologías y cirugías menores. Sus directivos esperarán otro mes para evaluar la situación y determinar si reducen las áreas covid-19. Carlos Orellana, gerente de la Zonal 6 del IESS, dijo que son cautos, porque podría ocurrir otra ola de contagios luego de la terminación del estado de excepción en el país. “Liberaremos camas de forma paulatina, si se reducen los casos”.
Desde el 14 de septiembre hasta ayer, 5 de octubre, sumaron 1 690 nuevos casos en la capital azuaya, según el Ministerio de Salud. En cuidados intensivos hay pacientes críticos, cuyas edades oscilan entre 29 y 40 años. Para el coordinador de la Zonal 6 del Ministerio de Salud, Julio Molina, los contagios en Cuenca persisten porque se realizan reuniones sociales con ingesta de alcohol. El COE cantonal identificó una media de 100 fiestas por fin de semana.
Además, el 12% de contagiados no cumple con el aislamiento obligatorio. El Hospital Vicente Corral recibió de la Agencia de la ONU para los Refugiados una donación de cinco estructuras para la atención de patologías no covid. Se levantaron en uno de los parqueaderos, junto al área de emergencia. Serán equipadas para atender casos de urgencias médicas y consulta externa, hasta que se estabilice la necesidad de atención, dijo el gerente de este hospital, Iván Feicán.
Fuente: Diario EL COMERCIO