En la frontera norte se estudia implementar un sistema de comercio inteligente

0
841

Abrir durante las 24 horas el puente internacional de Rumichaca no es buen negocio, porque podría ocasionar varios problemas, consideró el gobernador de Carchi, Óscar Ruano, quien advirtió que la apertura movilizaría a centenares de ecuatorianos a las ciudades fronterizas de Ipiales y Pasto, en Colombia, vecino norteño.

El representante del Ejecutivo recordó que antes de la pandemia diariamente visitaban Ipiales unas 10.000 personas y en los feriados hasta 30.000, por lo que volver a esa dinámica podría convertir a los connacionales en importadores del coronavirus o COVID-19 cuando ya retornen al país.

Los registros epidemiológicos determinan que mientras Carchi suma 2.817 casos de COVID-19, Ipiales presenta 2.817 y Pasto 10.622; es decir, más de 13.000 casos existen en el departamento (provincia) de Nariño, constituyéndose en un serio riesgo para la salud.

“Son más de 14.500 casos versus 2.800 que hay en Carchi, incluso si sumamos los registrados en la Zona 1 (Carchi, Imbabura, Esmeraldas y Sucumbíos), no llegamos a los índices alcanzados en Nariño”, manifestó el gobernador.

Una encuesta virtual que promueve la Gobernación del Carchi sobre la posible suspensión del bloqueo señala que las altas estadísticas pandémicas de Nariño generan desconfianza en los tulcaneños, que en el 75% están en desacuerdo con la reapertura de Rumichaca por temas netamente de salud.

El sondeo indica además que el 60% de los comerciantes locales están inconformes con un probable desbloqueo, porque temen que sus ventas se vean reducidas.

En cambio que la muestra dirigida a 2.500 personas determina que la gente común en el 54,6% no está de acuerdo con la reapertura del viaducto por situaciones económicas y por salud, el 70%.

El Servicio de Rentas Internas informó que el cobro del IVA en septiembre del 2020 en Carchi es igual al de diciembre del 2019, que es una temporada de compras, mostrando que la emergencia sanitaria reactivó al sector comercial, pues la gente ha optado por comprar productos ecuatorianos.

Preocupa que el hospital Luis Dávila de Tulcán colapse, debido a que en Ecuador la salud es universal y esta casa de asistencia podría ser copada por población extranjera contagiada. Resultarían insuficientes los 24 ventiladores y 50 camas COVID-19, sostuvo el gerente Andrés Puetate.

Ayer, dirigentes de la transportación pública, pequeños comerciantes, transportistas pesados, cambistas de moneda y directivos del Comité Cívico del Carchi se movilizaron hasta el ducto binacional para solicitar a los dos Gobiernos una apertura coordinada.

La Cámara de Comercio de Tulcán no participó de esta marcha y plantón, según el presidente Alexander Chamorro, la decisión que tomen los dos Gobiernos deberá privilegiar el aspecto sanitario.

Comentó que durante estos meses hubo una ligera reactivación del comercio local y es partidario de que sea rehabilitada la canasta familiar del convenio de Esmeraldas que beneficia a los habitantes de la frontera y la canasta comercial que beneficia a más de 6.000 comerciantes que pueden internar 58 productos libres de aranceles desde Colombia.

Jairo Pozo, presidente del Comité Cívico de Carchi, dijo que en caso de despejarse totalmente la frontera los mayores beneficiados serán 8.000 negocios de Ipiales.

Hasta Rumichaca arribaron desde Ipiales más de 500 comerciantes y transportistas, mientras que desde Tulcán un centenar de personas.

Los gobernadores de Nariño y Carchi tendrían lista una propuesta que debe ser aprobada.

Se trata de un sistema de comercio inteligente que habilitaría dos andenes de las calzadas del paso fronterizo para que ingresen o salgan del país los pequeños comerciantes de ambas ciudades, previo el pago de tributos aduaneros.

Fuente: El Universo