Alemania debe considerar restricciones más severas al contacto social y debe aumentar el número de personas que han recibido vacunas de refuerzo a medida que la variante ómicron se afianza en el país, dijo el miércoles el ministro alemán de Salud, Karl Lauterbach.
El canciller Olaf Scholz se reunirá el viernes con los gobernadores de los estados federados, para discutir cómo responder a nivel nacional y regional a la propagación de la variante ómicron.
«Desafortunadamente, será necesario endurecer (el distanciamiento social) para contrarrestar la fuerte ola que se avecina», dijo Lauterbach al grupo de medios RedaktionsNetzwerk Deutschland, sin dar más detalles.
Las cifras diarias de infecciones habían disminuido en Alemania en diciembre, después de que el país introdujera medidas como exigir pruebas de vacunación para muchas actividades en interiores, pero comenzaron a aumentar nuevamente hace una semana.
El Instituto Robert Koch de enfermedades infecciosas (RKI) reportó el miércoles 58.912 nuevas infecciones, un 47 por ciento más que hace una semana. El país registró 346 muertes el martes, elevando el total a 112.925.
En cuanto a la incidencia por cada 100.000 habitantes, el RKI reportó un salto, del 239,9 del lunes pasado, a 258,6 para el martes.
Lauterbach, un epidemiólogo educado en Harvard, dijo que las restricciones actuales en Alemania significaban que las personas tenían un 50 por ciento menos de contactos que antes de la pandemia.
Lauterbach mencionó como objetivo que más del 80 por ciento de quienes están completamente vacunados reciban un refuerzo. Esto equivale al cerca del 56 por ciento de la población alemana. «El refuerzo es la mejor protección contra la variante ómicron», dijo.
Alemania tiene una tasa de vacunación relativamente baja en comparación con otros países de Europa occidental: el 71,3 por ciento de la población está completamente vacunada y el 39,3 por ciento ha recibido una vacuna de refuerzo.
Fuente: DW
