Una tormenta invernal congeló el norte de Estados Unidos y Canadá durante el fin de semana de Navidad, provocando temperaturas extremadamente bajas, nevadas intensas y vientos potentes.
Además de los considerables daños materiales que dejó la bomba ciclónica que azotó al país, la tormenta causó al menos 50 muertes en diferentes regiones.
Tan solo en Nueva York, el estado más afectado por el temporal, la cantidad de muertes asciende a 27. Los cuerpos fueron hallados en casas, vehículos y en la calle.
La ciudad de Búfalo, en el norte de Nueva York y fronteriza con Canadá, sigue colapsada por la nieve y las operaciones de su aeropuerto han sido suspendidas.
Otras zonas de Estados Unidos también han sufrido devastación por la tormenta. Cientos de miles de ciudadanos se quedaron sin energía eléctrica, carreteras fueron bloqueadas y varias personas fallecieron atrapadas en vehículos en medio del frío.
En Ohio, cuatro personas murieron y varias resultaron heridas en un accidente en una autopista en el que estuvieron involucrados unos 50 vehículos.
“Gran parte del este de Estados Unidos seguirá congelado este lunes y comenzará una tendencia a la moderación el martes”, informó este lunes el servicio meteorológico nacional, el National Weather Service (NWS).
El organismo advirtió que en algunas zonas sigue siendo “peligroso” viajar por carretera a raíz de la nieve, pero pronosticó que las condiciones mejorarán dentro de un par de días.
Fuente: El Universo
