La segunda vuelta electoral ha comenzado. Con un escrutinio cercano al 100% de las actas, Daniel Noboa, de la alianza ADN, y Luisa González, del correísmo, son los candidatos que se disputarán el puesto en las urnas en octubre. Sin embargo, en estos resultados, hubo otro participante que no tuvo una votación menor, incluso, recibió más apoyo que tres candidatos presidenciales: el voto nulo.
Durante esta primera vuelta electoral, el nulo, también conocido como voto de rechazo, logró un porcentaje del 6.7%, superando así los resultados individuales de los candidatos: Yaku Pérez (3.96%), Xavier Hervas (0.49%) y Bolívar Armijos (0.36%). De hecho, la suma de sus votos da un total de 4.81%, lo que sigue siendo más bajo.
Si revisamos en el histórico, se identifica que hay tendencia a la baja del voto nulo en estas elecciones, pero ¿qué factores lo determinan y qué ha ocurrido en años anteriores? Aquí los detalles.
Esmeraldas, la provincia donde el voto nulo fue más alto
Algunos lo han etiquetado como el «voto de resistencia», mientras que para otros, aunque de manera equivocada, es una forma indirecta de apoyar a algún candidato. En última instancia, esta opción en la papeleta no es nueva para los votantes ecuatorianos.
En esta elección, la provincia de Esmeraldas registró la mayor proporción de votos nulos, alcanzando el 9.67%, superando incluso al candidato y exvicepresidente Otto Sonnenholzner (6.08%). Además, la tasa de votos nulos fue más alta en Los Ríos (8.77%) y Bolívar (8.54%).
Javier Rodríguez, académico y analista estadístico, explica que en la academia se han identificado tres razones que explican por qué la ciudadanía opta por esta opción, pero en Ecuador solo aplican dos: «Primero, es una expresión de rechazo (antisistema) en climas de alta polarización, lo cual sí se cumple en Ecuador. En segundo lugar, se explica también porque las personas marcan mal la papeleta, y eso motivado porque es difícil enfrentar una papeleta cuando tiene tantas opciones, sobre todo, en extractos con poca educación o nivel socioeconómico».
Estos factores se plasman en Esmeraldas, donde hay una sociedad deprimida social y económicamente, además, del contexto de violencia que ha golpeado a la provincia.
En su análisis, Rodríguez ha identificado que el cantón Guamote, en la provincia de Chimborazo, ha experimentado la mayor incidencia de voto nulo en los últimos 20 años. Este año no fue una excepción, ya que alcanzó el 11% por encima del promedio nacional. Según Rodríguez, esta situación podría explicarse por el hecho de que «en las provincias de la sierra central se encuentran los lugares socioeconómicamente más desfavorecidos y con menor nivel de alfabetización en Ecuador«.
De acuerdo al Código de la Democracia en el artículo 126 son votos nulos los que contengan marcas por más de un candidato, los que tengan las palabras «anulado» u otras similares. En este caso el elector no se decide por ningún candidato.
En 2021, el voto nulo rompió su techo histórico
Si exploramos la tendencia del voto nulo en años previos, el analista estadístico, y quien ha estudiado la evolución del tema, señala que los datos carecían de una regularidad notable, es decir, no había una tendencia marcada.
Sin embargo, el año 2021 resultó ser excepcional ya que rompió su propio techo histórico al alcanzar un nuevo pico para el voto nulo. En la primera vuelta, este llegó al 9.6%, superando a 11 candidatos, y en la segunda vuelta, aumentó aún más, llegando al 16.25%.
Un comportamiento que no se había visto antes, pues lo que sí era regular es que, por lo general, el voto nulo en segunda vuelta sea menor que en primera. «Estuvo muy por encima de la media histórica», recuerda Rodríguez.
El resultado del voto nulo en la segunda vuelta de 2021 podría tener su explicación en el llamado realizado por el (entonces) candidato de Pachakutik, Yaku Pérez, a sus seguidores para respaldar la opción nula. De este modo, aunque no estuviera presente en la papeleta, su influencia fue ampliamente perceptible.
En provincias como Azuay, Cotopaxi, Chimborazo, Bolívar y Tungurahua, el voto nulo superó incluso la cantidad de votos obtenida por el entonces candidato presidencial Andrés Arauz. Lo que estas provincias tenían en común era que en la primera vuelta, Yaku había salido victorioso.
De esta manera, Rodríguez apunta que el voto nulo terminó beneficiando a Guillermo Lasso en lugar de a Andrés Arauz, en contraposición a la percepción pública de que favorecía al candidato que lideraba:
«En la segunda vuelta, para aquellos que buscaban una opción progresista y se debatían entre el voto nulo o volver al correísmo, los votos que finalmente se inclinaron hacia la opción nula representaron un déficit para Arauz, lo que en realidad favoreció a Lasso».
Fuente: Ecuavisa
