Paciencia ante lo absurdo

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Es inconcebible pensar en una fiesta sin música, en un restaurante sin comensales o en el fútbol sin alegría. Sin embargo, lo que pasa en nuestro país vale para realizar un símil del programa «La ciencia de lo absurdo» que se transmite en un canal de televisión pagada pero con una versión propia al estilo ecuatoriano.

Lo que sí, deberíamos cambiar el nombre del espacio y quizá denominarlo “Paciencia ante lo absurdo”. Y es que el pasado sábado 15 de septiembre por motivo del partido entre Deportivo Cuenca y Guayaquil City, se le impidió el ingreso al estadio a Humberto Pesantez, quien en la mayoría de partidos en los que juega el Expreso Austral en Cuenca, llega al estadio con su clásico, popular y renombrado claxon que emite el tradicional sonido que identifica a Deportivo Cuenca cuando salta a la cancha.

¿El motivo? Una disposición reglamentaria (art. 49) en la que se “impide el ingreso de espectadores con equipos de sonido, altoparlantes o cualquier otro instrumento amplificador de sonido”. Han pasado 9 meses y, ¿recién se dan cuenta de tal disposición? La corneta que emite el popular sonido, ¿puede considerarse un equipo de sonido, altoparlante o instrumento amplificador? Si es así, si aquel instrumento del señor Pesantez encaja en cualquiera de dichas consideraciones, ¿debería impedirse también el ingreso de tambores, cornetas, trompetas, platillos, bombos, que podrían ser considerados instrumentos amplificadores de sonido?

Con respeto, “se tiraron las cuadras”. El claxon del Deportivo Cuenca acompaña las reuniones futbolísticas por más de 4 décadas y es parte del fútbol, de la fiesta que se desarrolla en el Serrano Aguilar. Solo falta que impidan el grito del gol, el cántico de los hinchas y hasta el silbato de los árbitros. No desnaturalicen al fútbol, no busquen “la quinta pata al gato”, sean sensatos, analicen el reglamento e interpreten de forma adecuada la normativa impuesta, caso contrario, que se jueguen los partidos en silencio, que nadie haga bulla. ¡Paciencia ante lo absurdo! (O)