Kim Jong-un llega a Vietnam tras un «maratón» ferroviario de más de 60 horas

Éxodo al "paraíso" de Corea del Norte que no existía.

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El líder norcoreano Kim Jong-un llegó esta mañana a la ciudad vietnamita de Dong Dang tras recorrer más de 4.000 kilómetros a bordo de su tren privado, que atravesó China en un auténtico maratón ferroviario de más de 60 horas desde que abandonó Pyongyang.

El dirigente fue recibido por el ex embajador de Corea del Norte en España, Kim Hyok-chol, y cientos de personas alineadas en las calles adyacentes a la estación de tren, de la que partió a bordo de una comitiva de vehículos para trasladarse por carretera hasta Hanoi, donde se reunirá este miércoles con el presidente norteamericano Donald Trump, que también se encuentra ya volando hacia la capital vietnamita.

Kim Jong-un salió de Pyongyang a las 4:30 de la tarde del sábado a bordo de un ferrocarril que el diario The Korea Herald definía como un «hotel especial» dotado de todas las comodidades.

El periódico surcoreano Hankyoreh opinó que la elección de este medio de transporte -podría haber viajado en sólo cinco horas por avión- responde a un doble razonamiento: primero, mostrar su vínculo con la afición de sus antecesores por la llamada «diplomacia ferroviaria», y segundo, dejar constancia una vez más de su alianza con China, que ha tenido que modificar todos los horarios de los trenes locales para permitir el paso del convoy norcoreano.

La «diplomacia ferroviaria» ha sido una constante en la historia de Corea del Norte y especialmente durante la era de Kim Il Sung, al que Kim Jong-in parece querer imitar hasta en los detalles más nimios.

Las extenuantes giras en tren del primer mandatario norcoreano son exhibidas como motivo de orgullo en el Palacio de Kumsusan de Pyongyang marcando con luces rojas el trayecto de esos viajes que en una ocasión, en 1984, le llevaron hasta la antigua Alemania del Este atravesando China, la Unión Soviética y media docena de naciones del antiguo bloque comunista.

Según el analista Koh Yu-hwan, de la Universidad Dongguk de Seúl citado por Afp, la opción del ferrocarril implica «un mensaje diridido a los norcoreanos: que Kim Jong-un ha heredado las cualidades de su abuelo y que la dinastía Kim está más fuerte que nunca».

Hankyoreh también adelantó que Kim Jong-un podría utilizar el mismo sistema para retornar a su país, pero aprovechando su paso por el territorio chino puede reunirse con Xi Jinping, algo que hizo tras la cumbre de Singapur.

Las especulaciones sobre el resultado de la presente cita se han centrado en las últimas horas en la hipótesis de que Trump y Kim declaren el final de la guerra que devastó la Península entre 1950 y 1953, según explicaron el lunes representantes de Corea del Sur.

«Todavía no sabemos exactamente qué formato tomará la declaración, pero existe la posibilidad de que Corea del Norte y EEUU acepten dicha declaración», señaló Kim Eui-kyeom, portavoz del presidente surcoreano, Moon Jae-in, principal impulsor de todo este proceso de negociación.

Vietnam ha declarado la alerta «máxima» para este evento, como afirmó el viceministro de Asuntos Exteriores vietnamita, Le Hoai Trung. Las patrullas de policía se han multiplicado por toda la ciudad, especialmente por la zona céntrica, al tiempo que eran clausuradas decenas de tiendas cercanas a los hoteles donde se supone que se alojarán los mandatarios.

Numerosas avenidas y la ruta que conecta la capital al aeropuerto han sido decoradas con banderas de los tres países, flores y pancartas que proclaman consignas como «Hanoi, la ciudad de la paz» o «Asociación por una paz duradera».

Los más avispados en una sociedad que como ocurre en China vive bajo un sistema que dice ser socialista pero piensa en términos estrictamente capitalistas se han apresurado a ofrecer cortes de pelo al estilo Kim Jong Un, vender camisetas con el rostro de los dos dirigentes o inventarse hamburguesas vinculadas al encuentro.

Fuente: El Mundo