Policía dispara a manifestante durante una nueva jornada de violencia y caos en Hong Kong

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Hong Kong volvió este lunes a vivir una de las jornadas más violentas y caóticas en cinco meses de movilización prodemocracia, con un manifestante herido de bala, un hombre al que prendieron fuego y la circulación paralizada en toda la ciudad. 

Los manifestantes, que multiplicaron las acciones para bloquear los transportes en el inicio de la semana laboral, reaccionaron rápidamente al video publicado en Facebook en el que se ve a un policía disparando a quemarropa a uno de los suyos en el barrio de Sai Wan Ho, en el noreste de la isla de Hong Kong.

Se erigieron barricadas en las carreteras en numerosos sectores de la megalópolis, mientras manifestantes radicales vandalizaron estaciones de metro y empresas a las que acusan de ser favorables al gobierno local o a Pekín.

Por otra parte, un hombre vestido de negro roció a otro hombre con un líquido inflamable, antes de prenderle fuego en un ataque particularmente violento, que fue grabado y difundido en las redes sociales.

La policía acusó a un manifestante de ser el responsable de este ataque, y a «alborotadores» de otros diversos actos de violencia, como el hecho de haber arrojado un cóctel molotov a un tren.

Numerosos manifestantes denunciaron de nuevo un uso excesivo de la fuerza por parte de la policía.

«Obstinarse con este saqueo no hace más que agravar una situación en Hong Kong donde todo el mundo sale perdiendo», lamentó el portavoz de la policía John Tse en una rueda de prensa.

La excolonia británica vive desde hace cinco meses su crisis política más grave desde su retrocesión a China en 1997, con manifestaciones casi diarias, y cada vez más violentas.

Los manifestantes parecían particularmente conmocionados por el video publicado en Facebook en el que se ve a un policía abrir fuego contra un manifestante con el rostro tapado, en un cruce de Sai Wan Hon.

En las imágenes se ve a un oficial de policía tratando de controlar físicamente a una persona con una chaqueta blanca en un cruce bloqueado por los manifestantes.

Otro hombre enmascarado, vestido de negro, se acerca y el policía le dispara al cuerpo. El desconocido se desploma de inmediato, llevándose las manos al abdomen, e intenta levantarse antes de que la policía lo reprima contra el suelo.

Segundos más tarde, se oyen otros dos disparos y otro policía inmoviliza en el suelo a otro manifestante vestido de negro. En la calzada hay manchas de sangre.

‘Ya no tiene sentido’

La policía indicó que una persona fue alcanzada por una bala, y las autoridades hospitalarias precisaron que un hombre de 21 años había sido ingresado con una herida de bala.

Tse precisó que el hombre al que habían prendido fuego en el barrio de Ma On Shan, a unos 20 km al norte del barrio financiero de Hong Kong, fue hospitalizado en estado crítico.

A pesar de 24 semanas consecutivas de manifestaciones, tanto el ejecutivo local como el gobierno chino se han negado a otorgar concesiones a los manifestantes que exigen reformas políticas y una investigación sobre el comportamiento policial.

Los disparos de Sai Wan Ho, el lunes, no han hecho más que avivar una situación ya de por sí explosiva.

«No entiendo por qué la policía se muestra tan brutal y la toma con manifestantes. Ya no tiene sentido. Creo que esto está fuera de control», declaró una informática de 22 años, que dio el nombre de Chan, en una protesta en Sai Wan Ho.

La tensión aumentó aún más después de la muerte el viernes de un hombre de 22 años, Alex Chow, que cayó cinco días antes desde un estacionamiento de varios pisos durante los enfrentamientos en Tseung Kwan O (este).

Desde la muerte de Chow las manifestaciones han reunido a decenas de miles de personas todos los días, y ya fue lanzada una convocatoria a una huelga general para este lunes.

Desde muy temprano varios barrios eran escenario de acciones de bloqueo de todo tipo. Los manifestantes atacaron las estaciones de metro de Hong Kong, que normalmente son notablemente eficientes, o erigieron barricadas en algunos cruces.

Estas protestas literalmente paralizaron el tránsito de vehículos en varios distritos, generando un inmenso caos y un rompecabezas para numerosas personas que iban a sus trabajos.

A raíz del disparo del lunes por la mañana en Sai Wan Ho, una multitud de empleados salieron a las calles en la hora de su almuerzo en el barrio comercial de Central, que alberga muchas empresas extranjeras y tiendas de lujo.

«¡Asesinos!», coreaban los participantes. «No iba armado (el manifestante). ¿Qué amenaza representaba para la policía?», lanzó una empleada de oficina de 29 años, que se identificó como Elaine.

La policía disparó granadas lacrimógneas y balas de goma en numerosos barrios para intentar dispersar a los manifestantes, especialmente en dos campus.

Es la tercera vez desde el comienzo de la movilización que un manifestantes resulta herido de bala real. Las dos primeras víctimas, en octubre, sobrevivieron.

Fuente: El Universo