‘Las Leonas’ inician la pretemporada con desventaja

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Literalmente solas y abandonadas. Así el equipo femenino del Deportivo Cuenca arrancó ayer la pretempora de cara a defender el título de la Superliga 2020 que inicia la primera semana de marzo.

En bus, en taxi o en vehículo propio, solas o acompañados por sus padres, así fueron llegando las futbolistas que recibieron el visto bueno del cuerpo técnico para conformar el plantel de ‘Las Leonas’. Luego llegaron los integrantes del cuerpo técnico que lo lidera la cuencana Paulina Pino.

La pretemporada estuvo prevista para las 10:30 en la cancha principal de la Brigada de Artillería Portete N°.27, sin embargo, la misma se retrasó unos minutos porque los implementos de utilería no estaban en el lugar.

Este panorama es distinto al que vivieron los integrantes del equipo masculino. Al inicio de su pretemporada, el pasado 6 de enero, asistieron los dirigentes del club y con rueda de prensa hicieron oficial el inicio de los trabajos para la LigaPro; además estaban los dos miembros de utilería que tenían listo los implementos y uniformes para entregar a los jugadores.


Trabajos
Con trotes a borde del campo de juego, a cargo del preparador físico Diego Zhañay, iniciaron los trabajos de las jugadoras.
A los pocos minutos ingresó un vehículo de transporte mixto con un cartón, dos bolsos y un bidón de agua, pero vacío.
Un padre de familia que observaba la práctica ayudó al chofer a bajar los implementos. En uno de los bolsos habían conos, platillos y 10 balones de fútbol, en el otro habían chalecos de varios colores.
Dentro del cartón estaban dos frascos con polvo hidratante y un recipiente de una marca hidratante.


Arribo
Cerca de la hora de haber iniciado la práctica, al recinto militar ingresó una buseta de donde bajaron ocho chicas procedentes de Guayaquil. Dos de ellas ya eran conocidas, Inés Jhonson y Erika Vásquez, quienes se proclamaron campeonas de la Superliga 2019 y quienes decidieron continuar vistiendo los colores rojo y negro del Deportivo Cuenca.

Las ocho se convierten en los refuerzos de peso para el club morlaco. Ellas llegan a vivir en la Atenas del Ecuador y a decir de la entrenadora Pino, el club ya les conseguió una casa para que vivan juntas.

De inmediato se vistieron de corto y se presentaron ante el cuerpo técnico para arrancar con su prepraración.
Tras cerca de una hora de trabajo físico, el preparador mandó a las futbolistas a refrigerarse. Ahí se dieron cuenta que el bidón estaba vacío. Dos chicas agarraron el recipiente y fueron en busca de agua dentro del recinto militar, otras buscaron los vasos y mezclaron las soluciones para preparar la bebida hidratante.

Unos minutos después reiniciaron los trabajos. Esta vez llegó el turno para trabajar con Paulina Pino y su asistente Leonardo Vanegas.
Comenzaron las sesiones con balón con uno y dos toques, ya que consideran que al estar a un mes de iniciar la defensa del título será primordial ganar dominio de balón.

Fuente: El Tiempo