OMS detecta XE, nueva subvariante de Ómicron

0
1528

Luego de que la subvariante BA.2 de Ómicron se volviera la cepa dominante en algunos países, la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió una advertencia sobre XE, una nueva mutante de la variante Ómicron que podría ser más transmisible que cualquier linaje del SARS-CoV-2 detectado hasta el momento.

Actualmente, la OMS vigila tres nuevas mutaciones a las que nombró XD, XF y XE. De acuerdo con las primeras investigaciones, XE es un híbrido mutante de las dos subvariantes BA.1 y BA.2 de Ómicron.

Esta variante se detectó por primera vez en Reino Unido el 19 de enero y desde entonces se han notificado y confirmado más de 600 secuenciaciones. También se sitúa en otros países como Tailandia. Las primeras estimaciones indican que es alrededor de un 10% más transmisible en comparación con BA.2.

No obstante, el organismo internacional aclaró que, si bien se ha llegado a considerar que puede ser más contagiosa que la BA.2 se requieren de más datos para poder confirmar las sospechas sobre la transmisibilidad del nuevo linaje recombinante, así como su grado de mortalidad y su resistencia a las vacunas.

“XE pertenece a la variante Ómicron hasta que se notifiquen diferencias significativas en la transmisión y las características de la enfermedad, incluida la de gravedad. La OMS continúa monitoreando y evaluando de cerca el riesgo para la salud pública asociado con las variantes recombinantes, junto con otras variantes del SARS-CoV-2, y proporcionará actualizaciones a medida que haya más evidencia disponible”, declaró la OMS en su informe.

En este sentido, la subvariante BA.2 de Ómicron continúa representando al sublinaje de mayor contagio en los Estados Unidos, aunque la letalidad que representa es menor debido a la aplicación de vacunas contra el covid-19.

Sobre las demás cepas, hay que resaltar que según un informe publicado recientemente por la Agencia de Servicios de Salud del Reino Unido, las dos llamadas XD y XF son combinaciones de la variante Delta y BA.1.

Fuente: El Comercio